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Arquitectos: Estudio Beldarrain
- Área: 510 m²
- Año: 2006
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Fotografías:Jon Cazenave
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La memoria del ferrocarril del urola.
No cabe ninguna duda de que realizar una ampliación de un edificio como la antigua estación de Azkoitia es extremadamente delicado. A pesar de su pequeño tamaño, el edificio a conservar muestra una arquitectura cuya simetría, decoración de fachadas, remates de cubierta y esquinas tienen una clara voluntad de singularizar el edificio.
Una caja esculpida en forma irregular alberga la nueva ampliación de la biblioteca. Su pesada piel traviesas de ferrocarril de madera evoca la historia del actual edificio, casi como si al desmontar la vía se hubieran apilado las viejas traviesas junto a la estación. El carácter de objeto, de caja, que tiene la ampliación que proponemos, permite no competir con la arquitectura preexistente. Al mismo tiempo su condición de objeto inacabado valora aún más el edificio actual.
Echar raíces.
Las estaciones de paso del ferrocarril surgen, a menudo, como edificios pre-diseñados, del tablero de quien proyecta a un tiempo todas las estaciones del recorrido. Su implantación en el lugar se concentra más en la relación con la línea del ferrocarril que con la ciudad, confiando en la autonomía del diseño. La desaparición de la vía no hace sino acentuar esa condición desarraigada. El resultado es la inquietante sensación que produce la biblioteca actual de que su situación es casual, y bien podía haber estado en cualquier otro sitio. Necesita echar raíces.
La ampliación se sitúa en el testero sur del edificio actual. Con ello se pretende relacionar la biblioteca con el Boulevard del Tren. El uso de la madera envejecida como material de fachada, permite relacionar arquitectura y parque, precisamente por su condición natural. De esta forma la nueva biblioteca apuesta por el boulevard dando sentido a su emplazamiento.
Ampliación por vaciado.
Antes de la ampliación el cuerpo de la escalera, los locales de servicio, el acceso y el control ocupaban prácticamente un tercio de la superficie del edificio. La ampliación requerida de los usos de biblioteca se ha realizado por el procedimiento de vaciar el edificio existente de todos estos usos para ganar dicha superficie.
Con ello se logran tres grandes salas de 7x19m. cuya estructura regular permite amueblarlos y subdividirlos con mamparas ligeras de infinitas formas. Al atractivo espacial de unificar el espacio interior de modo coherente con la definición unitaria de las fachadas del edificio existente, se une la gran versatilidad y flexibilidad de uso que aporta a la biblioteca.
En la nueva construcción se concentran de este modo el resto de los usos que con su dimensión van definiendo esa escultura irregular de piezas macladas en que se convierte la ampliación de la biblioteca. En ella están las comunicaciones verticales, el acceso, un control en cada planta, locales de servicio y zonas de descanso y terrazas que se abren al boulevard. El proyecto se genera de dentro hacia afuera sacando provecho de la flexibilidad que durante el proceso de diseño permiten las geometrías irregulares.